Hace unos 10 años (o menos) lo que se perseguía en redes sociales era incrementar el número de seguidores.

Se entendía que si los algoritmos limitaban el alcance orgánico, tenía sentido incorporar más gente al embudo.

Hoy definitivamente las cosas han cambiado.

Lo que se busca es incrementar el engagement con cada pieza de contenido.

Hay una lucha por la atención de los usuarios impulsada por contenido de baja calidad.

Las publicaciones con videos cortos, efímeros, tienen hasta un 4.8x más engagement que el texto.

¿Pero cómo se mide ese impacto en los objetivos del negocio?

Los marketeros diremos: Porque creamos marca.

¿Es tan cierto esto?

En un estudio publicado en el 2019 (Gillian Moran, Laurent Muzellec y Devon Johnson) se encontró que las señales de interactividad (CTA) y la riqueza de los medios (por ejemplo, videos, fotografías y texto) influyen positivamente en los resultados del compromiso del consumidor con la marca.

En otro estudio del 2021 (C. Leckie, A. Dwivedi y L. Johnson) se encontró algo parecido: La participación en las redes sociales, la congruencia de la propia marca y la imagen de la empresa son impulsores importantes del compromiso en las redes sociales, lo que afecta la satisfacción del consumidor, la confianza en la marca y el valor percibido.

Sí, hay una conexión entre la creación de marca y el engagement en las publicaciones.

El ciclo pasa de “medirlo todo” a “confiar en los resultados”.