• Crea rápido.
  • Distribuye aún más rápido.
  • Obtén feedback muy temprano.
  • Desarrolla en público.
  • Repite el ciclo.

¿Cuántas veces creaste un producto totalmente funcional sin tener una sola entrevista con un potencial usuario?

La historia se repite: Largos períodos de desarrollo (inclusive meses) en donde se construyen productos bajo la visión única de uno o dos stakeholders que piensan entender el problema que “resuelven”.

La realidad es que casi nunca lo saben. De hecho, la mayoría ni siquiera identifica el problema de sus usuarios.

Para evitar este escenario es importante hacer preguntas estratégicas que permitan descubrir 3 cosas:

  1. Propuesta de valor: Es necesario entender el problema y cómo se soluciona.
  2. Propuesta única de venta: Lo que diferencia al producto de la competencia.
  3. Distribución: Cómo se va a colocar al producto en el mercado.

Las preguntas de la imagen (propuestas por Pierre Herubel) son un excelente punto de partida.

No construyas nada sin antes responderlas.